026
- La llegada del Abuelo Gottlieb Wurster a Argentina
El Abuelo
Gottlieb Wurster Schuh en la década de 1930
(Foto del
archivo de Eduardo Martinez Wurster)
Como mencioné en el Capítulo
023 “Mi Madre Mausy y sus ancestros: los
Wurster Baun” [1], el Abuelo Gottlieb Wurster
Schuh había nacido el 18 de Abril de 1872 en la ciudad de Nagold, Württemberg,
Alemania, y sus padres fueron Friederick Wurster y María Schuh.
Mi Abuelo Gottlieb llegó el
día 02 de Junio de 1913 al Puerto de Buenos Aires, Argentina, con 41 años de edad, procedente
del Puerto de Amberes, Bélgica.
El próximo 02 de
Junio se cumplirá 100 años de su llegada a la Argentina.
Me
imagino sólo una parte de lo que los Abuelos dejaron en Europa
Mi Abuelo Gottlieb llegó a la
Argentina habiendo dejado Europa en los tiempos previos a la Primera Guerra
Mundial. Allá quedaron sus hijos del primer matrimonio, la Familia Wurster
Müller, y asumo también porque no tengo otra información, que en Europa habrían quedado su primera esposa,
la Sra Müller, sus padres y otros familiares.
No he podido encontrar la
información que me pueda referir en qué fecha la Abuela Frida Baun y su pequeño
hijo Guillermo Eugenio de sólo 6 ó 7 años de edad, habrían llegado a Argentina.
Tampoco tengo información acerca de cómo era su familia en Europa, y por ello,
sólo puedo inferir que la Abuela Frida también debió haber dejado en Europa a
sus padres y demás familiares.
También desconozco hasta el
presente en cuáles circunstancias y en qué momento se conocieron mis Abuelos,
si ello ocurrió antes de emigrar, durante el viaje, o después que ellos llegaron
a Argentina. Sólo presiento que tanto Gottlieb como Frida y Guillermo vinieron
“solitos” a Argentina, a un país con distintos idioma y costumbres.
A pesar que he preguntado e
investigado en distintas fuentes, no he podido obtener más información que la
expresada y pareciera que “la tierra se hubiera tragado” todo otro dato sobre ellos.
¿Por
qué los Abuelos habrían dejado aquella Europa del año 1913?
Cuando me expreso “la Europa
del año 1913” quiero referirme a la situación general que allá se estaría
viviendo en esos años. Me imagino esos tiempos como si hoy yo estuviera viendo
una foto de aquel instante retratando el conjunto de circunstancias históricas
y personales que los Abuelos pudieron haber estado viviendo. Se me ocurre
imaginar que si tal foto la pudiera tener en mis manos, tal vez ella podría sugerirme
las razones que ellos tuvieron para tomar la decisión de emigrar.
Se me ocurre pensar que esa
fotografía me podría mostrar, también, como escenario de ficción, las
circunstancias que rodearon esa toma de decisiones y creo que allí estarían
presentes los antecedentes históricos de los anteriores veinte o treinta años
de vida de los Abuelos, es decir, los tiempos de fines del Siglo XIX y los de
principio del Siglo XX.
Así las cosas, con mucha
imaginación y algunas “pizcas” de sentido común, tales circunstancias empiezan
a “tomar forma” y uno comienza a comprender cuáles podrían haber sido las razones
de peso por las cuales los Abuelos decidieron migrar.
En ese esfuerzo de hoy por
comprender aquellos días, no descarto que la razón haya sido el resultado de
una sumatoria de varios factores. Visualizo una decisión personal de empezar
una nueva vida, también la falta de oportunidades laborales para personas
mayores, y los hechos tumultuosos y la inestabilidad política y social que
antecedieron a lo que vendría luego, la Primera Gran Guerra Mundial.
Pero no tengo dudas que debe
haber existido una razón de mucho peso, aquella “que colmó el vaso”, y que fue
la que llevó a que ambos Abuelos tomaran aquella decisión de dejar sus
respectivos hogares, sus familias y países.
Vuelvo a insistir, porque no lo
entiendo aún, por qué los mayores emigraron y los hijos, en el caso del Abuelo
Gottlieb, se quedaron allá en Alemania. Es aquí cuando pienso que ha de haber
habido en los Abuelos una razón “muy interna”, ésa que yo he llamado una
decisión personal de iniciar una nueva vida en un país nuevo, donde “mucho o
casi todo estaba por hacerse”.
Pienso que ha de haber sido
“muy duro” y traumático para ellos dejar a sus respectivos padres y familias en
aquella Europa convulsionada previa a la Primera Gran Guerra. Digo esto porque me
llama la atención que el Abuelo Gottlieb no haya traído consigo a sus hijos
nacidos en Alemania. Digo esto, también, porque en el caso de las migraciones españolas
eran los padres, en muchos casos, quienes se quedaban en Europa y eran los
hijos de muy corta edad quienes viajaban en busca de nuevas oportunidades de
vida.
Lo concreto de todo esto es
que no he hallado en todos estos años que estoy investigando los orígenes de
mis Abuelos Gottlieb y Frida quien me pudiera aportar algún dato sobre ellos, o
al menos decirme “por dónde empezar” o “dónde está la punta del ovillo por
desenredar”. Dudo que esta incógnita que hoy tengo la pueda develar en un
futuro porque quienes pudieron haberme explicado esas razones, o dar alguna
pauta sobre ellas, “ya se fueron”.
Dudo entonces que algún día
pueda “echar luz” sobre esta parte de la historia de mi Familia.
La
llegada del Abuelo Gottlieb Wurster a Argentina
Como mencioné, el Abuelo se
embarcó en el Puerto de Amberes, en Bélgica, y arribó al Puerto de la ciudad de
Buenos Aires de Argentina el 02 de Junio de 1913, en uno de los primeros viajes
que realizó el barco de pasajeros “Sierra Salvada” [2]
de la empresa NORDDEUTCHER LLOYD.
Este buque, el “Sierra
Salvada”, tuvo una historia de cincuenta años de vida muy interesante de contar,
pues con sólo leer su cronología, uno se imagina que ha de haber sido uno de
esos barcos que acunó muchas historias de vida, otras tantas historias de
hombres y mujeres llenas de romanticismo y de esplendor y, como en todos los
órdenes de la vida, el barco tuvo también sus tiempos de madurez y ocaso.
Estamos hablando de uno de
esos barcos que, sin quererlo, recorrió una buena parte del mundo en tiempos
tumultuosos como los fueron los de las dos Grandes Guerras Mundiales y los
períodos anteriores y posteriores a ellas.
El “Sierra Salvada” surcó en
sus cincuenta años de vida el Océano Atlántico entre Europa y las Américas, el
Mar Mediterráneo y sus mares internos, visitó sus fantásticas costas e islas
plenas de historias antiguas, y completó su “edad madura” navegando por el
Océano Pacífico y los mares orientales de China, Japón, Corea y Rusia. Terminó sus
días, ya como chatarra, en un puerto ruso cercano a la frontera entre China y
Corea del Norte, por allá en el “lejano Oriente”, donde fue finalmente
desguazado.
Este barco “Sierra Salvada”,
además de traer al Abuelo Gottlieb a la Argentina en el año 1913, hizo un
“montón de cosas más”.
La
“ajetreada” vida del barco “Sierra Salvada”
El “Sierra Salvada” fue un
buque con una historia “bastante ajetreada”. Para colmo de males, además de esa
vida que le tocó vivir, le cambiaron el nombre cada vez que cambió de dueño.
A este barco le tocó “lidiar en
vida” con los hechos históricos de la migración de Europa hacia toda la América
de principios del Siglo XX y con los acontecimientos que desembocaron y que se
desarrollaron en las Primera y Segunda Guerras Mundiales. Como si estos
acontecimientos hubieran sido insuficientes, el “Sierra Salvada”, o como se
llamara en el momento, debió “lidiar” también con las consecuencias de las apropiaciones
que hicieron de él los países beligerantes en ambas guerras. Finalmente el
“Sierra Salvada”, o como se llamara en esa otra oportunidad, terminó su vida como
todo barco que no se fue a pique ni terminó encallado en alguna playa desierta.
El “pobre” “Sierra Salvada” terminó varado en un puerto lejano, y como dije,
“declarado” chatarra para desguace.
Esa fue la “forma de morir”
que tuvo el “Sierra Salvada”.
El destino final que la
suerte le había asignado al “Sierra Salvada” fue poco “honorable” para un barco
que “conoció” muchas historias de hombres, también un buque al que le tocó
cumplir todos los roles imaginables en esos tiempos de guerra y de paz. Quizás
el “Sierra Salvada”, como muchos otros barcos que corrieron la misma suerte y
permanecen en el anonimato, fue un barco fiel a su trabajo hasta sus últimos
días.
Cada
dueño trajo su bandera y un nombre nuevo para el “Sierra Salvada”
Desafiando a una muy vieja leyenda
marinera, aquella que pesa sobre los barcos a los que se les cambian su nombre,
al “Sierra Salvada” lo rebautizaron muchas veces en su vida, como si el nuevo
dueño que tuvo en cada ocasión no hubiera querido saber de su historia ni de su
nombre anterior.
Así fue como cada dueño que
el “Sierra Salvada” fue teniendo, podríamos decir que se trató de dueños circunstanciales
porque tuvo muchos y frecuentes, fue rebautizando al barco con un nombre
autóctono propio del propietario y, fiel a su nuevo dueño, el “Sierra Salvada” tuvo
que enarbolar en su mástil una bandera nueva.
Ese desafío de la vieja
tradición casi termina como ella presagia. Digo “casi” porque la leyenda
perdonó al “Sierra Salvada” cuando cambiaron su nombre original por primera
vez, porque el barco no alcanzó a “irse a pique”, sólo dio una vuelta de
campana y pudo ser reflotado. A pesar de ese presagio de “muerte marinera” que
tuvo “toda su vida”, los sucesivos dueños siguieron desafiando la leyenda y al
“pobre” “Sierra Salvada” le siguieron cambiando el nombre hasta terminar sus
días como chatarra.
El “Sierra Salvada” y los nombres que tuvo
durante sus 50 años de vida, entre los años 1913 y 1963
El
“Sierra Salvada”: el nombre original entre los años 1913 y 1917
El “Sierra Salvada” fue un buque de pasajeros construido
en el Astillero
Bremer Vulkan A.G., en Vegesack, Alemania, y correspondió el número de casco:
560. Era un buque de 8.250 toneladas de desplazamiento, de 139,59 metros de
eslora, 17,07 metros de manga y 10,78 metros de puntal. El barco tenía una
capacidad para 115 pasajeros de Primera Clase, 74 pasajeros de Segunda Clase y
1.550 pasajeros de Tercera Clase. Fue botado el 05 de Diciembre de 1912 y el 24
de Febrero de 1913 quedó alistado para su primer viaje, el cual realizó ese
mismo año.
Cuando
salió de los astilleros
Bremer Vulkan A.G., el “Sierra Salvada” entró en servicio siendo incorporado a
la línea regular de la empresa NORDDEUTCHER LLOYD hacia Sudamérica, juntos con otros
buques de esa misma compañía naviera.
Durante esta parte
de su vida, como barco de pasajeros, el “Sierra Salvada” realizó once viajes
entre Europa y Argentina y transportó en total a 2.786 pasajeros.
Cuando se declaró la Primera Guerra
Mundial, el barco quedó amarrado en Río de Janeiro y en el año 1917 fue
requisado por el Gobierno del Brasil.
El
“Avaré”, el ex “Sierra Salvada” entre los
años 1917 y 1923
Incautado por la República de Brasil, el “Sierra
Salvada” fue cedido a la empresa naviera Lloyd Brasileiro y fue rebautizado con el nombre “Avaré”.
Cambiado el
nombre, aquella vieja leyenda marinera hizo “su trabajo” en la oportunidad y en
el año 1922 el “Avaré” se dio vuelta de campana. Para suerte del “Avaré”, el
“trabajo de la leyenda estuvo mal hecho” y el 07 de Diciembre de ese año el
barco fue reflotado y enviado a amarre.
En el año 1923 el
“Avaré” fue vendido al armador alemán Victor Schuppe, pasó a tener bandera alemana, y por supuesto, un nuevo
nombre.
El
“Peer Gynt”, el ex “Sierra Salvada” entre los años 1923 y 1925
Ya con la bandera alemana enarbolada
en su mástil, el barco fue registrado bajo el nuevo nombre de “Peer Gynt”. Ese
año fue sometido a obras de
reparación de la carena y en el año 1924 entró de nuevo en servicio luciendo el
flamante nombre “Peer Gynt” en el mercado de los cruceros de turismo, con base en el
Puerto de Szczecin [3], Polonia (Puerto de
Stettin en alemán).
Al año siguiente, el citado armador alemán quebró y el buque se amarró en Italia hacia fines del año 1925, donde comenzaría una nueva etapa con un nuevo dueño, una nueva bandera y nuevo nombre.
El “Neptunia”, el ex “Sierra Salvada” entre
los años 1925
y 1927
A ese mismo año 1925
el ex “Sierra Salvada” comenzó una nueva
etapa de tres años enarbolando la bandera italiana con el nombre de “Neptunia”. El barco navegó por cuenta del armador Boris
Vlasvov, de origen ruso, propietario de la empresa italiana SITMAR, con asiento
en Génova, Italia, quien años más tarde
sería uno de los principales navieros europeos, Durante esos tres años hasta
1927 el “Neptunia” realizó cruceros de invierno y primavera europeos por las
costas del Mar Mediterráneo.
En esta etapa de su vida, el ex “Sierra Salvada” ya no se “codeó” con aquellos pasajeros inmigrantes de diferentes clases sociales, algunos pocos acomodados y muchos, pero muchísimos que migraban “con una mano adelante y otra atrás” de pobres que eran. Por el contrario, ahora el ex “Sierra Salvada” prestaba sus servicios en esta nueva empresa naviera, “tentando” a los aristócratas europeos a que pasaran sus vacaciones de invierno entre las paradisíacas islas griegas y sus mares color azul profundo, por las costas italianas del Mar Tirreno y por las bellas costas del Mar Mediterráneo, del Mar Adriático, y de Medio Oriente, Egipto y el norte de África.
El “Neptunia” con estos nuevos y
potentados pasajeros evidentemente había levantado el “status social” respecto
de aquellos sus primeros pasajeros inmigrantes en los tiempos en que se llamaba
“Sierra Salvada”. Los días de
navegación con imaginados bullicios y griteríos de la época de pasajeros
inmigrantes habían quedado atrás para dar paso a jornadas de navegación de
placer y esparcimiento.
El
“Neptunia” (ex “Sierra Salvada”) en un afiche de la naviera “SITMAR” de la
época.
(Foto de
Internet [4])
Afiche de
promoción de los Cruceros del invierno y primavera europeos del “Neptunia” (ex “Sierra Salvada”) del año 1927
de la empresa naviera “SITMAR” de la época.
(Foto de
Internet [5])
El “Neptunia”
(ex “Sierra Salvada”) de la empresa naviera “SITMAR” en los años 1925 a 1927.
(Foto de
Internet [6])
El
“Oceana”, el ex “Sierra Salvada” entre los años 1927 y 1945
Pasaron
sólo dos años de la vida del barco en manos de la empresa naviera italiana y el
ex “Sierra Salvada” fue vendido una vez más. Tuvo un nuevo dueño, una nueva
bandera enarbolada en su mástil, y como ya se había convertido en una
tradición, un nuevo nombre.
En el
año 1927 el “viejo” ex “Sierra Salvada”, hasta ese momento el “Neptuna”, fue
vendido esta vez a la compañía naviera Hamburg America Line (HAPAG) de
Hamburgo, Alemania.
El nuevo dueño rebautizó el barco, lo llamó “Oceana”, y con este nuevo nombre y con la bandera alemana flameando en su mástil, inició la etapa de servicios marítimos hacia el Puerto de Santa Cruz de La Palma. En este “trabajo” el barco permaneció hasta el año 1935, año a partir del cual el barco empezó a ser fletado por la empresa naviera alemana Deutsche Arbeitsfront quien lo adquiriría en propiedad luego en el año 1938.
El escritor Juan Carlos Díaz Lorenzo [7] ha hecho una muy linda reseña de esta parte de la vida del ex “Sierra Salvada” en su blog “De la Mar y los Barcos”, que transcribo textualmente por la riqueza de su relato histórico y por su léxico marinero:
“… En los años del Tercer Reich, cuando Adolf Hitler
accedió al poder en Alemania y la crisis de las líneas regulares golpeaba
duramente el sector naviero como consecuencia de la depresión económica, el
puerto de Santa Cruz de La Palma vivió una interesante etapa que corresponde a
los comienzos del turismo marítimo en la isla, con expediciones que llegaban a
bordo de los elegantes trasatlánticos de bandera alemana y británica.
La primera escala correspondió al
trasatlántico “Oceana”, que arribó el 24 de septiembre de 1932
y marcó un hito en la historia del puerto palmero, ya que se trataba del primer
crucero de turismo de su bandera que llegó a la Isla. A dos millas de la punta
del muelle izó el gallardete en el que pedía práctico y subió a bordo el
capitán Tomás Yanes Rodríguez. En aquella oportunidad viajaban 240 turistas y
212 tripulantes, al mando del capitán Paul Subble y el barco atracó, impecablemente
blanco, como se aprecia en la foto, estribor al muelle. El crucero había
comenzado el 10 de septiembre en Hamburgo e incluía escalas en Lisboa, Casablanca,
Funchal y Santa Cruz de Tenerife…”.
“… El 23 de septiembre de 1933 hizo su segunda escala
con 270 turistas a bordo y en aquella ocasión coincidió con el mercante
británico “Avoceta”, de la flota de Yeoward, que realizaba uno de sus
viajes regulares de tipo mixto…”.
El “Empire Tarn”, el
ex “Sierra Salvada” entre los
años 1945 y 1948
Llegó el año
1945 el ex “Sierra Salvada” volvió a cambiar de dueño. Tuvo entonces que
enarbolar una nueva bandera y lucir en proa a babor y estribor y en popa el
nuevo nombre que su nuevo dueño le puso.
Juan Carlos Díaz Lorenzo se ha referido en su blog “De la Mar y los Barcos”, con los mismos detalles que mencioné
anteriormente, a esta parte de la vida del barco ex
“Sierra Salvada”:
“… En 1945, cuando acabó la Segunda Guerra
Mundial, el buque fue entregado al Gobierno británico en compensación por daños
de guerra y recibió el nombre de “Empire Tarn”,
pero el barco no interesaba a los británicos y un año después fue transferido a
la URSS, y con el nuevo nombre de “Sibir”, navegó en el Pacífico oriental, hasta su
desguace en 1963 en Vladivostok…”.[9]
El
“Sibir”, el ex “Sierra Salvada” entre los años 1948 y 1963
En el año 1946, el “viejo y
ajetreado” buque ex “Sierra Salvada” fue transferido una vez más, y en esa
oportunidad su nuevo dueño fue la Unión Soviética, quien lo utilizó como barco auxiliar y lo “rebautizó”: “Sibir”.
El ex “Sierra Salvada” cambió
una vez más de dueño, como si ese hubiese sido su vaticinio a lo largo de sus
cincuenta años de vida. Así fue que tuvo que enarbolar una nueva bandera y
tuvieron que ponerle el nuevo nombre a proa y a popa.
En el año 1948 el “Sibir” fue
modernizado en el astillero
VEB Warnowerft, Warnemünde, Alemania Oriental y fue destinado a la navegación
en los mares orientales de China, Corea, Japón y en el Océano Pacífico.
Finalmente el ex “Sierra Salvada” seguramente bastante ajetreado y
herrumbrado por esos años, con su último nombre “Sibir”, terminó sus días en el
año 1963, amarrado en el puerto Vladivostock, en el extremo oriental de la ex -
Unión Soviética, cerca de la frontera con China y Corea del Norte. Allí fue
“declarado… … chatarra” y “sentenciado…
… a desguace”.
¿Por dónde andará el
espíritu del “Sierra Salvada”?
El “Sierra Salvada” terminó finalmente desguazado en ese puerto
oriental ruso. Seguramente la mayoría de sus partes deben haber sido utilizadas
como arrabio en alguna acería, y así recicladas habrán formado parte de nuevas
piezas de acero que debieron dar vida a nuevas estructuras.
Gracias a la tecnología, me imagino que el espíritu del “viejo”
“Sierra Salvada”, que transportó al Abuelo Gottlieb y a tantos otros hombres,
mujeres y niños, todos ellos con sus sueños y esperanzas de una nueva vida, estará
ahora formando parte de muchas otras estructuras de acero en una o más partes
del mundo.
Vaya a saber uno, en cuáles estructuras de qué lugares de este mundo
se encuentra una parte del “Sierra Salvada”. Donde sea que ella esté,
seguramente allí estará el espíritu del viejo “Sierra Salvada”.
[1] Capítulo 023 “Mi
Madre Mausy y sus ancestros: los Wurster Baun”
[2] El Buque “Sierra Salvada”: Referencias:
[3] Szczecin (en alemán: Stettin):
Ciudad portuaria situada a orillas del río Oder al sur de la Bahía de Szczecin y la bahía de Pomerania. Su economía está marcada
por su posición como uno de los principales puertos del mar Báltico contando con
un gran tráfico marítimo y una notoria industria naval. Wikipedia http://es.wikipedia.org/wiki/Szczecin
[4] Referencia
[5] Referencia: http://www.google.com.ar/imgres?rlz=1C1DVCI_enAR414&biw=1112&bih=514&tbm=isch&tbnid=CXxI4a8rl314yM:&imgrefurl=http://es.ioffer.com/c/Fiat-1006977&docid=5skkSQCo450gtM&imgurl=http://cdn102.iofferphoto.com/img/item/174/479/655/l_aYST.jpg&w=250&h=250&ei=Nz-aUdKoC4Tc0QHWrYCYBw&zoom=1&ved=1t:3588,r:1,s:0,i:79&iact=rc&dur=923&page=1&tbnh=184&tbnw=183&start=0&ndsp=9&tx=109&ty=93
[6] Referencia: http://www.google.com.ar/imgres?rlz=1C1DVCI_enAR414&biw=1112&bih=514&tbm=isch&tbnid=CXxI4a8rl314yM:&imgrefurl=http://es.ioffer.com/c/Fiat-1006977&docid=5skkSQCo450gtM&imgurl=http://cdn102.iofferphoto.com/img/item/174/479/655/l_aYST.jpg&w=250&h=250&ei=Nz-aUdKoC4Tc0QHWrYCYBw&zoom=1&ved=1t:3588,r:1,s:0,i:79&iact=rc&dur=923&page=1&tbnh=184&tbnw=183&start=0&ndsp=9&tx=109&ty=93
[7]
“De la Mar y los
Barcos”, Un blog de Juan Carlos Díaz
Lorenzo “El turismo del Tercer Reich en La Palma http://delamarylosbarcos.wordpress.com/tag/sitmar/
[8] “De la Mar y los Barcos”, Un blog de
Juan Carlos Díaz Lorenzo “El turismo del Tercer Reich en La Palma http://delamarylosbarcos.wordpress.com/tag/sitmar/
[9]
“De la Mar y los Barcos”, Un blog de
Juan Carlos Díaz Lorenzo “El turismo del Tercer Reich en La Palma http://delamarylosbarcos.wordpress.com/tag/sitmar/
Estimado Eduardo Martinez,
ResponderEliminarAnte todo felicitarle por su Blog e interés en recuperar la historia familiar. Que hoy dia afortunadamente puede completar en los listados de salidas de Bremen y Hamburgo muy recuperados (salvo las destrucciones de bombardeos de la II GM).
Quería aportarle una información que bien describe, pero que también en otros tiene el que parece consta como error de llamar "Sierra Salvada" cuando su nombre original fue " Sierra Nevada".
Tal como puede comprobar en la revista que le cito, y donde se hace descripción técnica del naufragio que costa la vida a entre 37 y 41 operarios en el puerto de Hamburgo el 16 de Junio de 1922 (con foto del mismo). Así mismo En las "Crónicas de Hamburgo" referidas a esa fecha año 1922 en la pagina 414 hace referencia a ese naufragio con una foto muy buena del desastre y lo vuelve a nombrar "Sierra Nevada" (copia que le puede hacer llegar a su mail). Ello de la gran tradición germana de utilizar con regularidad nombres con referencia española para sus buques. Esperando le sea de interesa reciba mis mas cordilaes saludos. Santos ORTEGA MARCOS (sortegamarcos@hotmail.com)
Tomo Nº 091 1922 Julio-Diciembre - Publicaciones Defensa paginas 241 a 243
https://publicaciones.defensa.gob.es › links › rgm_091
Estimado Eduardo Martínez,
ResponderEliminarAnte todo felicitarle por su Blog e interés en recuperar la historia familiar. Que hoy dia afortunadamente puede completar en los listados de salidas de Bremen y Hamburgo muy recuperados (salvo las destrucciones de bombardeos de la II GM).
Quería aportarle una información que bien describe, pero que también en otros tiene el que parece consta como error de llamar "Sierra Salvada" cuando su nombre original fue " Sierra Nevada".
Tal como puede comprobar en la revista que le cito, y donde se hace descripción técnica del naufragio que costa la vida a entre 37 y 41 operarios en el puerto de Hamburgo el 16 de Junio de 1922 (con foto del mismo). Así mismo En las "Crónicas de Hamburgo" referidas a esa fecha año 1922 en la pagina 414 hace referencia a ese naufragio con una foto muy buena del desastre y lo vuelve a nombrar "Sierra Nevada" (copia que le puede hacer llegar a su mail). Ello de la gran tradición germana de utilizar con regularidad nombres con referencia española para sus buques. Esperando le sea de interesa reciba mis mas cordilaes saludos. Santos ORTEGA MARCOS (sortegamarcos@hotmail.com)
Tomo Nº 091 1922 Julio-Diciembre - Publicaciones Defensa paginas 241 a 243
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