Como mencioné en otra
historia de estas “Historias de mi Familia”, nuestros orígenes, el de los
Martinez y el de los Rosell, debemos buscarlos en España, sin dudas.
Pero vamos por parte puesto
que los orígenes de los Rosell Boher no parecen ser tan “lineales” como los
orígenes de los Martinez Martinez, ni la documentación de los ancestros de los
Rosell Boher está tan alcance de la mano como lo fue la de los Martinez Martinez
en Piedralba. Diría para comparar, que si hay documentación sobre los Rosell
Boher adicional a la que tuve acceso, ésta debería encontrarse dispersa en varios
pueblos de las comarcas de la provincia de Lérida y en la Comunidad de Cataluña
en general. Quizás al “bucear” en el tiempo podríamos llegar a encontrar o no algún “vestigio de ADN” en el sudoeste de
Francia del otro lado de los Pirineos Catalanes, y quizás algunas evidencias más en las
provincias de Girona, Barcelona, Lérida y Tarragona.
Los Rosell como apellido
paterno y los Boher como apellido materno de la Abuela Encarnación Rosell Boher
son originarios de Sant Salvador de Toló, en la comarca de Pallars Jussá, en la
provincia de Lérida, en la Comunidad Catalana. El apellido Rosell procede de la
familia Rosell i Mir y el apellido Boher, de la familia Boher i de Carabassa.
Un poco más allá en el
tiempo, es decir, más allá de los Bisabuelos, puedo decir que los antecesores
de los Rosell i Mir y de los Boher i Carabassa no provienen de una misma región
como fue el caso de los Martinez Martinez en la comarca Maragata, sino que
ellos formaron parte de las corrientes migratorias internas de España que hubo en
los Siglos XVII, XVIII y XIX o antes y en particular, de las migraciones entre
pueblos de las mismas Comunidades Catalanas y Valencianas.
Los
libros diocesanos de Sant Salvador de Toló
Los registros de matrimonios,
nacimientos y defunciones de los pobladores de Sant Salvador de Toló se
encuentran asentados en los libros diocesanos de la Iglesia parroquial. Esta iglesia de estilo románico data del Siglo XI. Está ubicada dentro
del mismo casco histórico del pueblito de Sant Salvador de Toló, sobre la ladera
de la Sierra de la Campaneta desde donde se divisan la llanura pallaresca de
Pallars Jussá, las estribaciones de las sierras pirenaicas que dividen Pallars
Jussá de Alt’ Urgell y, al fondo, las cumbres nevadas de los Pirineos en
Andorra.
Vista de Sant Salvador de Toló hacia el sur, desde el cementerio. Al fondo se levanta la Sierra de la Campaneta. Se distingue en el perfil de edificios, sobre la izquierda, la Iglesia Parroquial San Salvador, de estilo románico como la mayoría de las iglesias de los Pirineos Catalanes y Aragoneses. (Foto del archivo de Eduardo Martinez Wurster)
La iglesia parroquial perteneció a la Diócesis de La Seu d’Urgell y por esa razón los libros
diocesanos parroquiales se encuentran en el Archivo Diocesano del Obispado de
esa ciudad. La Seu d’Urgell es una antigua ciudad medieval ubicada en el acceso
a Andorra y situada al norte de Sant Salvador de Toló a unos 92 kilómetros por
caminos pavimentados y a una hora y media de viaje en auto, o más.
Portal de la Catedral de Santa María d'Urgell, construida en el Siglo XII y su atrio, en La Seu d'Urgell. (Foto del archivo de Eduardo Martinez Wurster) |
Muchas iglesias fueron
destruidas e incendiadas en el curso de esa contienda y, junto a ellas, también
fueron “diezmados” documentos y otros objetos que se guardaban en las iglesias
y parroquias. Todo lo que en ellas se preservaba corrieron la misma suerte de destrucción
y pérdida.
Los libros diocesanos de Sant
Salvador de Toló forman parte de esa documentación perdida y ésta es una
evidencia tangible de las secuelas de aquella guerra. La pérdida de estos
libros diocesanos de Sant Salvador de Toló no han de haber sido los únicos
testimonios porque seguramente ha de haber otros más sentidos, más dolidos y
aún, más recordados. Me refiero con ello a la pérdida de los seres queridos.
En cuanto a los libros
diocesanos sólo fueron encontrados dos libros y un conjunto de actas que
conforman un cuadernillo restaurado. Estos únicos documentos guardan los
asientos de algunas actas de Sant Salvador de Toló comprendidas entre los años
1863 y 1869.
Los documentos diocesanos de la Iglesia Parroquial Sant Salvador de Toló que "sobrevivieron" a la guerra civil: dos libros y un cuadernillos de acta. (Foto del archivo de Eduardo Martinez Wurster) |
Es lamentable que se hayan
destruido libros y otros archivos de valor incalculable puesto que se han
perdido documentos únicos y con ellos han desaparecido los “nuestras raíces”.
Es lamentable para la historia y lo es también para los que nos hemos
interesado por saber quiénes fueron nuestros abuelos y bisabuelos y de dónde
vinieron.
Para darnos cuenta de la
dimensión de tal pérdida documental basta con tener en consideración que la
Iglesia católica fue la que inició los registros de familia a medida que los
territorios españoles fueron recuperados de la ocupación sarracena a partir del
año 722 hasta 1492. Los primeros territorios recuperados fueron los
correspondientes al Reino de Aragón y luego continuaron los territorios de
Lérida, de Urgell y luego los demás pueblos de los Pirineos Catalanes. A medida
que avanzó esa recuperación el orden de la Iglesia se impuso y ésta empezó a
registrar los actos de las vida de las personas en los hoy conocidos libros
diocesanos. Así quedaron sentados los registros de matrimonios, defunciones y
nacimientos. Así fue como hubo que ponerles apellidos a los nombres de hombres,
mujeres y niños de modo de que se constituyeran formalmente las familias como
base de la sociedad, y también para que se distinguieran unas familias de
otras. Así fue cómo la Iglesia fue confeccionando, premeditadamente o no, las
bases para hoy poder reconstruir nuestro pasado.
Se puede inferir entonces que
los registros diocesanos de estas regiones de Aragón, Lérida, Gerona y
Barcelona han de haber sido los primeros en confeccionarse, y como tales, han
de haber guardado datos de familias que se remontarían hacia “el interior” de la
Edad Medieval.
Creo que la guerra civil no
ha de haber sido “la causa” de tal pérdida sino una más, y en todos casos creo
que ésta ha de haberse sumado a las secuelas de otras guerras e invasiones
medievales que también han de haber aportado su “cuotaparte” para que la
información se perdiera.
Esta “triste” noticia, sobre
la existencia de los únicos documentos que guardan los asientos de Sant
Salvador de Toló entre 1863 y 1869, la tuvimos mi hermana Ana María y yo no
bien entramos en la Sede del Obispado de La Seu d’Urgell donde funciona el
Archivo Diocesano y manifestamos nuestra intención de buscar información sobre
la Abuela Encarnación Rosell Boher. Allí nos atendió con amabilidad el
“archivero” como ellos llaman a la persona responsable de custodiar el archivo.
Cuando avanzamos en nuestra explicación de cuál era nuestro propósito y cuando
los datos transmitidos fueron suficientes, el archivero nos señaló “…esperen en esa sala…” y en pocos minutos
puso en nuestras manos los dos libros diocesanos originales y un cuadernillo
restaurado, conteniendo toda la documentación existente correspondiente a los
años 1863 a1869. La expresión del archivero fue lacónica, en pocas palabras nos
puso sobre el estado de la situación al tiempo que dejaba la documentación
sobre un escritorio: "... eso es lo que hay, y si no
está aquí lo que buscan es porque se perdió en la guerra civil...".
No bien Ana María y yo
abrimos los documentos, creo que aún no nos habíamos sentados, ya empezamos a
encontrar nombres y apellidos familiares. Dijimos mutuamente en voz baja para
no alterar el ambiente de biblioteca que allí reinaba: “… estamos en el camino correcto, aquí están los Rosell… … aquí hay Boher…,
mirá aquí… Casa Pere Rosell y Mir… aquí están los tatarabuelos Pedro Rosell y Rosa
Mir y el bautismo de Lorenza, María y Antonia…” (Acta de Enero de 1866), “…
aquí de nuevo… Casa Pere Rosell y Mir… …los
tatarabuelos Pedro Rosell y Rosa Mir esta vez con el bautismo de Luis, Agustín
y Bernardo…” (Acta de Agosto de 1863), “…
¡uy mirá!… ¡Cuánto hijos que tenían!…”. Pero el acta de nacimiento de la
Abuela Encarnación no la encontramos. Ella nació en el año 1885 y ya sabíamos
que sus datos no los encontraríamos como así tampoco los de aquellos que
nacieron antes de 1863 y después de 1869.
Recordamos las palabras del archivero “… si no está aquí lo que buscan es
porque se perdió en la guerra civil...".
La Abuela Encarnación era
hija de los Bisabuelos Don Pedro Rosell i Mir y Doña Rita Boher i de Carabassa.
Encarnación nació el 02 de Febrero de 1882 en Sant Salvador de Toló, Lérida,
Cataluña, España.
A pesar de la escasa
información de los libros diocesanos de Sant Salvador de Toló, he podido
reconstruir el árbol genealógico de los antecesores de la Abuela Encarnación
hasta sus bisabuelos, remontándonos así hasta cerca del año 1800. Surgen de ese
árbol genealógico los apellidos de las familias Rosell i Mir, los Rosell i
Ribó, los Mir i Monill y los Boher i de Carabassa, todos ellos antecesores
nuestros, todos ellos con orígenes en Lérida y en Tarragona.
El padre de Encarnación, Don
Pedro Rosell i Mir (nacido en 1855) y su abuelo paterno Don Pedro Rosell i Ribó
(nacido aproximadamente en 1830) eran naturales de Sant Salvador de Toló. Su
abuela paterna Doña Rosa Mir i Monill (nacida aproximadamente en 1830), y sus
padres (los Bisabuelos de Encarnación) Don Fidel Mir y Doña María Monill
(nacidos aproximadamente en 1800), eran los tres naturales de Figuerola d'Orcau, en el Pallars Jussá, en Lérida. Los Bisabuelos de
Encarnación, Don Francisco Rosell y Getrudis Ribó (los padres de Pedro Rosell i
Ribó) (nacidos aproximadamente en 1800) eran naturales de Gramós, Ribera de
Urgellet, en Lérida.
No hay datos precisos sobre
el lugar de nacimiento de la madre de Encarnación, Doña Rita Boher i Carabassa
nacida en 1862. En una primera instancia he supuesto que Rita haya sido natural
de Sant Salvador de Toló o de algunos de los pueblos cercanos, habida cuenta
que en los registros diocesanos de los años 1863 a 1869 figuran varias familias
de apellido Boher. Esta misma suposición
la he asumido debido a que tampoco he
podido hallar el nombre y lugar de nacimiento del padre de Rita. Con respecto a
datos de la madre de Rita, debo decir que no he podido encontrar dato alguno.
Con la intención de encontrar algún “cabo suelto”, he investigado distintas
fuentes y sólo he encontrado algunos registros del apellido Carabassa pero sin
vínculo concreto que se relacione con Doña Rita.
En los libros diocesanos de
1863 a 1869 figuran recurrentemente los siguientes apellidos de las familias
vinculados:
-
Rosell i Mir
-
Rosell i Ribó
-
Mir i Monill
-
Rosell i Boixados
-
Batalla i Badía
-
Rosell i Batalla
-
Escolá i Prió
-
Escolá i Rosell
-
Boher i Malgrat
-
Abella i Cayrol
-
Abella i Rosell
-
Boher i Abella
-
Abella i Boher
-
Boher i Figuera
-
Figuera i Coma
-
Boher i Tarré
-
Tarré i Tarré
-
Solsona i Santa Creu
-
Boher i Canal
-
Solsona i Boher
-
Rosell i Guardia
-
Boher i Olsina
-
Porta i Plana
-
Boher i Porta
-
Ponsa i Verdier
-
Ponsa i Boher
-
Jenin i
Rosell
-
Rosell i Cairol
De
otras fuentes de información surgen otros apellidos de familias de Sant
Salvador de Toló que se entremezclan con los anteriores surgidos de los libros
diocesanos:
-
Rosell i Boher
-
Rosell i Solá
-
Boher i Foix
-
Boher i Boher
-
Canal i Cairol
-
Olsina i Feliu
-
Solá i Ponsa
-
Solá i Boher
Resulta
evidente que tanto en los años 1863 a 1869 como en años anteriores y
posteriores a ese período, los Rosell y los Boher vivían en Sant Salvador de
Toló. A juzgar por los apellidos de las familias que se fueron formando, cabe
inferir que han de haber existido relaciones entre esas familias a lo largo de
años, relaciones que, en definitiva, podrían sugerir parentescos más o menos
cercanos entre unas y otras.
En
Mayo de 2011, la guía de teléfonos de Sant Salvador de Toló registraba treinta
y ocho teléfonos en total. Una docena de esos teléfonos están a nombre de personas
cuyos apellidos ya eran nombrados en los libros diocesanos de 1863 a 1869 y en
otras fuentes que he tenido oportunidad de consultar:
-
Boher Arcos, M.
-
Boher Peretó, J.
-
Boher Peretó, O.
-
Boher Peretó, R.
-
Boixados Boher,
A.
-
Borrell Abella,
R.
-
Borrel Abella,
R.
-
Gual Solsona, J.
-
Junio Ponsa, A.
-
Plana Fabrega,
J.
-
Ponsa Boher, J.
-
Verdie Boixados,
A.
En
esa lista de los treinta y ocho teléfonos de Sant Salvador de Toló hay un
teléfono que se encuentra bajo otro nombre y pertenece a la casa donde reside
la Sra. Monserrat Otero de Boher. Doña Monserrat aporta sus apellidos a esa
lista de doce apellidos actuales de Sant Salvador de Toló y que repite aquellos
apellidos vigentes entre 1863 y 1869. Presumo que, como Doña Monserrat, en Sant
Salvador de Toló podría haber otras personas con apellidos familiares de
aquella época que no disponen de teléfono. Por ello, infiero que el número
de “apellidos históricos” podrían ser
mayor. De todos modos, si bien la guía de teléfonos no es una prueba excluyente
sobre la existencia de las personas, puede al menos brindar un indicio sobre la
existencia de ellas, y en este caso, de los apellidos antiguos del lugar.
En
este análisis cabe señalar que aparentemente los apellidos Rosell, Mir y de
Carabassa no se han conservado hasta el presente en Sant Salvador de Toló,
cuestión que no ha ocurrido lo mismo con el apellido Boher y con otros
apellidos que se encontraban presentes en los años 1863 a 1869.
En
otra historia de estas “Historias de mi Familia” les contaré cómo, mi hermana
Ana María, mi señora Mónica y yo, conocimos a Doña Monserrat Otero de Boher, Durante
nuestra breve permanencia en Sant Salvador de Toló compartimos con Doña
Montserrat una muy agradable y sentida reunión de casi dos horas en el Portal
de Ingreso a la muralla de Sant Salvador de Toló, en medio de la siesta
pallaresca del 19 de Mayo de 2011. A ese portal, de “puro estilo” medieval, yo
le llamo el “Portal de Pipas y Colillas” por el recipiente que allí se
encuentra para desechar tabacos y cigarrillos usados, todo un símbolo de
cultura por la preservación de la limpieza y el medioambiente.
Doña
Monserrat nos contó varias historias propias y nosotros le contamos las
nuestras, sobretodo, aquellas relacionadas con los recuerdos de nuestras
familias. Al menos creo yo, todos tratamos de encontrar puntos en común entre
unas y otras historias. Este intercambio de historias fue “decantando” en mi
memoria y con el correr del tiempo he apreciado todo lo conversado. Me ha
permitido “atar cabos sueltos” de estas historias de mi familia, y al mismo
tiempo, me ha llevado a querer volver algún día a Sant Salvador de Toló para
ampliar mi conocimiento sobre la gente de ese pueblo y sus recuerdos. En
definitiva, creo, para “atar cabos que aún están sueltos”.
Entre
las historias contadas e intercambiadas con Doña Montserrat, por supuesto estuvieron
presentes las relacionadas con los apellidos en común. Allí Doña Monserrat aportó
lo suyo. Nos contó que a través de su esposo ella está relacionada con la
familia Boher de los años 1880 / 1890. Comentó también que su esposo,
Oscar Boher i Peretó, le habría relatado que muchos habían emigrado de este
pueblo hacia fines del Siglo XIX y principios del Siglo XX, y que la mayoría de
ellos lo habría hecho hacia Argentina. Nos comentó, para asombro nuestro, que
su esposo “… había nacido en Rosario de
Santa Fe porque para allá se fueron muchos Boher…. ¿Conocéis Rosario de Santa
Fe?. El no se acostumbró a Argentina y luego decidió volver a España. En Madrid
fue donde lo conocí y luego nos
vinimos a vivir a Barcelona, después a Sant Salvador de Toló… … Por lo que él me dijo, en Argentina quedaron
parientes Boher pero yo no he tenido contacto con ellos…”.
Respecto
de su referencia sobre Rosario de Santa Fe, le comenté que tanto los Rosell
como los Boher habían ingresado a la Argentina en su viaje desde España, por la
ciudad de Rosario de Santa Fe, y que algunos miembros de la familia se habían
quedado a vivir allí, entre ellos, la Bisabuela Rita Boher i de Carabassa y las
dos hermanas de la Abuela Encarnación, María y Lorenza Rosell Boher. Por esta
razón no me resultaba extraño pensar que otros Boher, sobretodo aquellos también
nacidos en Sant Salvador de Toló, siguieran el mismo camino de sus parientes.
Por
último y antes de despedirnos, a una pregunta nuestra Doña Montserrat nos respondió:
“… del apellido Carabassa no me acuerdo.
Tampoco tengo conocimiento que en el
pueblo vivan personas de apellido Rosell, de apellido Mir, o de Carabassa...”.
Mis
agradecimientos
Este avance en la
investigación la pude realizar gracias al aporte de otras fuentes de
información y a la inestimable colaboración de muchas personas. Vaya mi
agradecimiento a todas ellas, y en particular a:
-
Mi esposa Mónica Cristina Dufour por soportarme
hablando tantas horas de lo mismo, aquí en Argentina y durante nuestro viaje
por España.
- Mi hermana Ana María Martinez de Fernandez Medina por
apoyarme en esta locura por "escarbar el pasado” y por acompañarme a los
archivos diocesanos para “bucear” en libros y papeles viejos, en lugar de
disfrutar y visitar sitios históricos en La Seu d'Urgell, en Lérida, España.
- El Ing. Pedro Federico Rosell Navarro, hijo de Don
Pedro Rosell Boher y nieto de Don Pedro Rosell i Mir, quien me aportó datos y
vivencias de su Padre y de mi Abuela Encarnación, de la Bisabuela Rita Rosell i
de Carabassa, del Bisabuelo Pedro Rosell i Mir, de los recuerdos de su Padre en
La Seu d’Urgell junto a su hermano Luis Rosell Boher. En fin, Pedro Federico
Rosell Navarro es un “libro abierto” para estas cosas de la familia, y es
tambien una “caja de Pandora” porque cada vez que hablo con él, siempre tiene
una anécdota que contar respecto de la familia.
-
La Ing. Laura Beatriz Brarda Rosell, nieta de Don Luis
Pedro Rosell i Solá y bisnieta de Don Fidel Rosell i Mir, hermano de mi
Bisabuelo Pedro Rosell i Mir. A Laura la conocí en 2011 gracias a esta
investigación, y fue ella quien me aportó datos e información de su familia, de aquella que
formó Don Fidel Rosell i Mir y Doña
Adelaida Solá en Sant Salvador de Toló y que ambos consolidaron en Argentina, ampliándola con más hijos, y éstos con nietos y bisnietos, que se “desparramaron” por las provincias de Buenos
y Santa Fe. Sin la colaboración de Laura esta parte del trabajo hubiera sido muy difícil para mí, y no hubiera podido unir los
muchos “cabos sueltos” que tenía.
- Doña Monserrat
Otero de Boher por habernos recibido con amabilidad y gran hospitalidad en aquella siesta del 19 de Mayo de 2011 en Sant Salvador de Toló. Muchas gracias por
habernos dedicado su tiempo y habernos entregado una parte de sus historias a nosotros tres
(mi hermana Ana María, mi señora Mónica y yo), a tres extraños que veníamos de
Argentina tras la búsqueda de “los parientes de los Rosell y de los Boher” que se
habían quedado allí 120 años antes. Casi una utopía la nuestra. Gracias por todo, gracias a Ud., Doña Monserrat.
- Lara García
Boher, nieta de Doña Monserrat Otero de Boher, por la atención y su paciencia por mantenerme
en contacto con Doña Monserrat.
Que buen trabajo. Gracias. Yo soy Tarré de la rama de Sant Salvador. Somos mexicanos. Gracias X la informaciòn.
ResponderEliminarEl apellido BOHER se encuentra en archivos alemanes muy antiguos y aparece en Cataluña durante la Guerra de los 30 años. También aparece en Irlanda y es probable que en todos los casos se trate de una emigración huyendo de la devastación de Alemania durante dicha guerra, aunque en el caso de Irlanda puede ser que hayan tenido un estancia previa en Inglaterra y de allí se hayan tenido que ir por la persecución a los católicos.
ResponderEliminarHola. Una historia muy interesante de una parte de la historia de vuestros ancestros familia. Yo soy de Sant Salvador de tolo. Mi abuelo era Antoni Boixados Boher.
ResponderEliminarMe encantaría conocer ese lugar. Allí nació mi bisabuelo de apellido Monill
ResponderEliminar